HISTORIA

Se dice que por el año 1870 en el Valle de Traslasierra, nace una niña a la cual sus padres llamarian Paula; alguien que con el tiempo seria una referente del turismo en dicho valle. Su madre era hermana del Coronel Olmedo, un militar que estaba en el Valle de Traslasierra, asignado a cuidar y administrar las tierras, que desde Buenos Aires el General Mitre se encargaba de repartir entre los suyos.
Este Coronel fue uno de los primeros , sino el único militar cordobes que junto a un grupo de soldados participo en la guerra contra el Paraguay. Al dejar la milicia este bravío militar cede a su hermana un campo ( dicen que por esa época tenia entre 3.500 y 4000 has.) el cual habita con su esposo y sus dos pequeños hijos (Paula y Albino Caceres Olmedo). Estos niños quedan huérfanos de padre y madre siendo muy jóvenes; Albino busca su destino cerca de aquí ….por los Altos de Nono, y Paula queda al cuidado del campo heredado de sus padres.
El tiempo transcurre y llega al valle proveniente de Entre Rios ( Concepción del Uruguay) de una familia tradicional y aristocrática Anastasia Favre. Aquejada por una enfermedad respiratoria y buscando los benignos aires serranos, se establece junto a sus padres en Mina Clavero.
Con el tiempo esta dama que ya había contraído nupcias con un integrante de otra familia tradicional , pero cordobesa, Los Merlo, se va ganando un lugar en la sociedad miniclaverense y gracias a su visión de futuro, abre una casa de huéspedes, donde alberga en época de vacaciones a parte de la aristocracia riojana y cordobesa con las cuales se había relacionado muy bien; promoviendo de esta manera el turismo en la zona; es de ahí que hoy se la conoce como “la fundadora espiritual de Mina Clavero” .
Por esas cosas del destino, las vidas de Paula y Anastasia se cruzan, y sellan una hermosa y duradera amistad; Anastasia ofrece a sus huéspedes un nuevo paseo el cual realizaban a caballo; burro y sulky desde Mina Clavero y Paula fue incursionando de a poco en los caminos del turismo……..
El visitar a Paula Caceres en su casa para pasar un día de campo degustando los exquisitos dulces y arropes que ella misma elaboraba, cosechando los frutos de todos los árboles frutales que tenia en su predio; además de la belleza particular que ofrecia su rancho criollo enclavado en un vallecito muy prospero y tranquilo era todo una aventura exclusiva para los turistas que llegaban a Mina Clavero.

Los años transcurren y Paula de a poco fue viendo también la veta de alojar gente en su casa (hasta el curita Brochero, dicen que hacia sus altos en sus travesias hacia Córdoba).
La vida de esta otra visionaria llega a su fin un 27 de septiembre de 1939; producto de una infección a sus riñones, fallece a los 69 años de edad, en la habitación Nº4 del hoy aún existente Hotel Agüero.

La Niña Paula, como así la llamaban por su soltería, dejo un recuerdos imborrables en aquellos que la conocieron, por su bondad, preocupación por el prójimo y buena voluntad.

Unos años después del fallecimiento de la Niña Paula, compra el campo uno de los tantos alemanes que llegaban a la provincia de Córdoba en busca de paz, bienestar y prosperidad…..Don Federico Dempke, este alemán afincado en la ciudad de Santa fe, de profesión fiambrero chacinador , se muda a esta zona y encuentra en este lugar la magia necesaria para transformar el viejo casco de estancia en uno de los primeros hoteles de montaña de la zona (año 1941) y convertirse así en continuador de lo que había empezado años atrás La Niña Paula.

Este alemán de carácter apacible, decide poner manos a la obra y comenzar un proyecto nada fácil para la época y por la zona donde este se hallaba.

Una vez terminado el hotel, y bautizado como “Hotel Niña Paula” en honor a lo hecho por Paula Caceres, Don Federico Dempke, logra hacer funcionar el establecimiento de una forma muy familiar. El mismo contaba con doce habitaciones,cocina, salón comedor, sala de estar, recepción, terraza para bailes, sótano con bodega, cámara frigorífica (compresor con amoníaco ya que, en esa época los gases freones no existían), secadero de fiambres, autogeneración propia de energía eléctrica por medio de un motor Lister (aún existente y en funcionamiento aunque no brinda sus nobles servicios), bomba de agua mecánica de fabricación norteamericana, máquina para la fabricación de soda, etc.

Tambien existía en el hotel, un colectivo pequeño, que hacia el traslado de los pasajeros que llegaban a la estación de trenes de Villa Dolores provenientes de Buenos Aires, Rosario , hasta las instalaciones de Niña Paula.

Transcurren diez años aproximadamente hasta que el “Hotel Niña Paula” cambia de dueños allá por 1951/52; lo adquiere Don Angel Griot, un santafecino, empresario de la carne por aquella época, amigo y con una relación comercial con Don Dempke que termina sus últimos años en la localidad cordobesa de San Pedro.

Don Angel Griot sigue haciéndolo funcionar como hotel bajo administradores por varios años, hasta que se decide cerrarlo y dejarlo como casa de veraneo para el y sus tres hijos (Hugo; Roberto y Ricardo) con sus respectivas familias.

Por esas cosas de la vida y ya fallecido Don Angel, este pequeño gigante queda abandonado por casi 20 años, allá por la década de los ¨80. El paso del tiempo y la mano de indeseables y saqueadores lugareños hizo que llegase a un estado de ruina casi total; pero según cuenta la leyenda, el espíritu de La niña Paula, busca que siempre haya alguien interesado en seguir sus pasos y fue así que llegó a la zona ,proveniente de la ciudad de Santa Fe Maria Lucrecia Griot, ( nieta de Don Angel ) que en su niñez había disfrutado de tantas vacaciones en este paraíso, su esposo Juan Alberto Sotgiu, sus hijas y padres. Todos a su manera se pusieron mano a la obra para reflotar el hotel……………….no les resulta una tarea fácil, pero con amor y tesón, están logrando que “Hosteria Estancia Niña Paula” vuelva a ser lo que en una época fue……….”Una caricia para el alma”.

GRACIAS A TODOS AQUELLOS QUE DE ALGUNA MANERA U OTRA CONFIARON; NOS AYUDARON Y LO SIGUEN HACIENDO DÍA A DÍA…. ….GRACIAS DESDE LO MÁS SINCERO DE NUESTROS CORAZONES.

Maria Lucrecia Griot y Juan Alberto Sotgiu-

Clarita Sotgiu y Candelaria Sotgiu.

Beba De Los Reyes y Hugo Griot.